La crisis se combate mucho mejor con el estómago lleno

La vuelta al trabajo del Real Betis tras la sexta derrota consecutiva en Liga no fue precisamente un canto a la alegría, pero el escenario y la soledad de un estadio como el Benito Villamarín cerrado a cal y canto, a buen seguro que contribuyeron a calmar los ánimos de un plantel muy tocado por la dinámica de resultados. La celebración de la Nike Cup en la ciudad deportiva de Los Bermejales durante todo el día de ayer provocó que el primer equipo se tuviera que desplazar al estadio para completar la primera sesión de entrenamientos de la semana. El club decidió además no abrir las puertas del coliseum verdiblanco al público por el elevado coste que ello supone, por lo que Mel y los suyos se ejercitaron sin la atenta mirada de sus aficionados, a los que el día de fiesta hubiese animado a acercarse a la sesión si ésta se hubiese celebrado a puerta abierta.
En cualquier caso, la plantilla volverá a su lugar habitual de trabajo esta mañana, a partir de las 10:30 horas, para seguir preparando el partido contra el Málaga del próximo sábado (20:00 horas). 
Mel tendrá que ir despejando algunas dudas en cuanto al posible equipo que salte al césped el fin de semana. Las sensaciones que le dejó el encuentro en El Sardinero invitan a pensar que el once elegido podría ser muy similar. De no recuperarse Chica, Amaya ni Mario, la zaga podría ser la misma, aunque se confía en que alguno de ellos consiga el alta para medirse al conjunto costasoleño. La medular formada por Iriney, Cañas y Beñat tendría continuidad, ya que ni Salva Sevilla ni Matilla terminan de estar al nivel deseado.
La delantera es la zona del campo que despierta más incógnitas. Alejandro Pozuelo estuvo muy activo y participativo, por lo que, si Roque Santa Cruz no llega para el partido, no sería descabellado pensar en la permanencia en el equipo del de Triana. Jonathan Pereira, Jefferson Montero, Jorge Molina y Juanma se rifarían la plaza que queda libre, ya que parece que la presencia de Rubén Castro es innegociable en el esquema del técnico.
Al margen de especulaciones sobre el equipo, la plantilla tiene previsto celebrar este mediodía un almuerzo de convivencia como los que solía hacer la pasada temporada una vez por semana. En esta ocasión parece que van a cambiar el socorrido arroz por una barbacoa. De esta forma, se fortalecerán los lazos entre el vestuario con el típico entrenamiento invisible.